Es una técnica que utiliza el masaje en las zonas de los pies, manos o rostro que, por la cualidad del sistema nervioso en su rama sensitiva, percibe el estímulo que se irradia al órgano a distancia que se corresponde, en respuesta a ese estímulo. Se repite las veces necesarias para producir un efecto acumulativo de ese estímulo que resulte terapéutico, equilibrando la energía en los meridianos que recorren el cuerpo.
La filosofía oriental considera al hombre parte de la naturaleza, tal como las plantas y los animales lo son. Este hombre está sometido a las fuerzas opuestas del cielo (yang) y la tierra (yin). Y a su vez, está formado por los 5 elementos (tierra, fuego, madera, agua y viento). Estas fuerzas opuestas generan desequilibrios en el flujo de energía que recorren el cuerpo humano como canales llamados meridianos. Entonces puede haber exceso o falta de tal o cual elemento acompañado por energía yin o yang.
En la medicina china se utilizan tratamientos mediante 3 pilares fundamentales: respiración, alimentación y masajes. Entre estos últimos la reflexología es una técnica muy eficaz en lograr ese equilibrio energético tan buscado. Posee escasas contraindicaciones y un sinfín de beneficios. Entre ellos, aumento de la circulación sanguínea, mejora del sistema inmunológico, estimula el buen funcionamiento de las glándulas endócrinas, reducción de dolores provocados por contracturas musculares, desintoxica el cuerpo, reduce el stress ya que favorece la relajación mental y emocional del individuo.
Como toda terapia complementaria es imprescindible dejar claro que NO SUSTITUYE al médico y a su conocimiento sino que se complementa con él, haciendo que la mejoría sea más rápida y mejor tolerado el tratamiento.
Mi preparación como Reflexóloga fue proporcionada por Michiko Arakaki quien además de ser una docente (sensei) calificada es un ser humano maravilloso.
