jueves, 15 de octubre de 2015

ONICOCRIPTOSIS (UÑAS ENCARNADAS)





“Pero no amo tus pies sino porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron.”
Pablo Neruda




Las manos y los pies son partes del cuerpo humano similares, en cuanto a su estructura anatómica (las primeras tienen 27 huesos cada una, y las segundas 26 huesos cada una), pero muy diferentes en lo que se refiere a sus funciones.

Las manos están en la parte superior del cuerpo y disfrutan de gran libertad de movimiento y de accesibilidad para su cuidado, higiene y expresión.

En cambio los pies son los protagonistas relegados de nuestra historia personal. Incluso cuando vamos al médico por lo general no nos revisa los pies. Son “olvidados” cuando en realidad a través de ellos se pueden descubrir un sinnúmero considerable de alteraciones que corresponden a otros órganos de nuestra anatomía. Los pies “hablan”. Están en la parte más distante  de nuestro cuerpo, van siempre calzados como seres civilizados que somos, sosteniendo todo nuestro peso y llevándonos de aquí para allá  durante las 24 horas del día, todos los días de nuestra vida en que nos encontramos sanos, salvo cuando fuimos bebés o las horas en que nos acostamos a descansar.

Debido a estas circunstancias y a muchas más, es común que se desarrollen distintas afecciones en los pies que deben ser tratados por un profesional idóneo –PODOLOGO/A-, que sea capaz de subsanar  la patología y que, en caso de estar limitado por sus conocimientos, sepa a qué especialista de la medicina  derivar al paciente. Dependiendo del caso que se trate podría ser al Dermatólogo, Cardiólogo especialista en circulación periférica, Diabetólogo,  Traumatólogo, etc. Para eso estamos los Podólogos Universitarios.  Hemos hecho una carrera en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y tenemos Matrícula Profesional habilitante extendida por el Ministerio de Salud Pública.

Una de las afecciones más comunes es la ONICOCRIPTOSIS O UÑA ENCARNADA. Casi siempre se produce en el dedo Hallux (dedo gordo) pero puede desarrollarse en cualquier  dedo del pie. Esto se debe -por lo general- a una injuria (incrustación) del borde lateral de la uña en el tejido periférico a la misma llamado rodete (porque rodea). La uña se rompe y queda enterrada en la piel una “espícula”. Existen 3 grados de onicocriptosis. Los dos primeros son muy dolorosos ya que la uña trata de crecer hacia distal y la espícula empuja el tejido dañándolo “como en cámara lenta”.  En el 3º grado se manifiesta con inflamación, dolor, y se genera un crecimiento del tejido granuloso que se denomina GRANULOMA (sumamente doloroso y sangrante).

Los factores desencadenantes son variados. Podemos nombrar,
·         por traumatismo o por microtraumatismos;  
·         por la morfología de la uña: cuando es muy curvada, la llamamos en general “involuta”;
·         por la compresión del calzado: zapatos en punta, de seguridad ;
·         hiperhidrosis, o sea, excesiva transpiración que ablanda los tejidos del rodete ungueal (eso sucede mucho en adolescentes);
·         la práctica de deportes: en el fútbol al patear la pelota por ejemplo;
·         las profesiones: bailarines ya sea danza clásica o tango por decir algunas.
·         Pero el factor más destacable y más común  que genera onicocriptosis  es el  MAL CORTE DE UÑAS.




Las uñas deben ser cortadas rectas. No podemos ejecutar los mismos tipos de corte de uñas que en las manos.  Tampoco deben cortarse las cutículas ya que son las barreras protectoras de la matriz ungueal. En caso de ser cortada,  al faltar la cutícula, que es el sello protector de la lámina ungueal, sería una puerta abierta para la entrada a todo tipo de gérmenes y bacterias.

Muchas veces se sienten molestias en  los laterales de las uñas y se piensa que se está ENCARNANDO. Y no siempre es así..! Lo que sucede es que se acumulan células muertas de la piel llamadas células corneas o corneocitos, resultantes de la descamación de la piel de manera natural. Se acumula en los surcos ungueales y se denomina ONICOFOSIS.  También podría motivarse tal molestia, a la existencia de HELOMA SUBUNGUEAL  que es crecimiento de tejido duro (hiperqueratosis) debido a factores de hiperpresión de la uña en el surco. Generalmente se ve en uñas involutas. El Podólogo -mediante su operatoria  y tratamiento- deja despejado el surco y el paciente advierte el alivio inmediato de la zona. Si usted corta uña porque siente presión, no está haciendo lo correcto. Podría no ser la uña la responsable de tal molestia. Podría ser causado por onicofosis, que se encuentra debajo de la uña y dentro del surco o, por presencia de heloma subungueal.  Muchas veces el paciente en el autocorte de uñas termina “arrancando” el final del lateral de la uña. Al principio siente alivio, pero luego, con el andar, comienza a sentir las consecuencias, que pueden variar desde  una simple inflamación hasta una onicocriptosis, con infección agregada.



Entre los tratamientos para Onicocriptosis disponemos la atención del Traumatólogo y del Dermatólogo que realiza cirugías con anestesia. Lo importante en esos casos sería la rehabilitación posterior de la uña. Ir llevándola “como por el buen camino”; hecho esto –claro- por un profesional Podólogo. Si se deja al libre albedrio el crecimiento de la lámina ungueal luego de la intervención quirúrgica es muy probable que haga recidiva, o sea,  al tiempo volver a tener el mismo problema.

Nosotros –los podólogos- realizamos tratamientos conservadores, retirando la espícula y atendiendo con regularidad al paciente hasta el total restablecimiento de la uña afectada. En caso de que la gravedad del caso exceda las capacidades del Podólogo, él o ella, sabrán derivar al Médico correspondiente para que actúe en esos casos.

Por ultimo,  les dejo mi recomendación como PODÓLOGA a fin de hacer prevención:
  • Cepille sus uñas al finalizar el baño  con jabón blanco, suavemente, todos los días. Estará retirando onicofosis, despejando así los surcos ungueales y dando un masaje suave  al lugar más distal de su cuerpo.
  • Si no está seguro de cómo debe cortar sus  uñas, las puede limar, siempre rectas.
  • Y, en caso de tener  molestias, puede acudir a la consulta de un buen Podólogo Universitario  J