domingo, 18 de junio de 2017

TROTAR REGULARMENTE HACE BIEN...!!! PROFUNDIZANDO...




Hace poco tiempo escribí una  nota acerca de los beneficios que produce hacer un hábito de salir al aire libre a trotar por lo menos 2 a 3 veces a la semana, media hora cada vez.

Ahora quisiera explicar un poco más en profundidad como es la cuestión de qué le pasa al organismo cuando trotamos. Lo resumiré para facilitar la  comprensión.  

El corazón es la bomba que envía sangre a todo el organismo hasta el ultimo rincón. Luego debe retornar la sangre hacia el corazón y pulmones para realizar el intercambio gaseoso y volver a empezar. No existe una bomba para el retorno sanguíneo como el corazón. Y existe la contra de la gravedad que tira hacia abajo, atrae.. Entonces cómo hace la sangre para no quedarse estancada en los pies? Cómo realiza la vuelta? 

Cuando la persona se encuentra parada se pone en juego la acción de la gravedad, entonces es necesario el movimiento. Es el movimiento lo que impulsa la columna venosa y es capaz de vencer la fuerza de gravedad. Se ponen en juego distintas bombas impulso-aspirativas a fin de movilizar la sangre desde la planta de los pies hasta la aurícula derecha del corazón.

Al llegar a la planta de los pies la sangre por medio de los capilares, se produce una diferencia de presiones ejercidas por las pisadas de los pies y el peso corporal, que empuja la sangre hacia arriba. Se podría decir que el corazón periférico comienza en la planta de los pies, en la parte esponjosa denominada suela de Lejards. Un ciclo de marcha que está formado por un paso del pie izquierdo y uno del pie derecho, constituyen el primer "latido"de ese corazón periférico. Ahí los capilares se transforman en vénulas, luego en venas,  y asciende la sangre  por las piernas. En las pantorrillas se encuentra la segunda bomba periférica llamada Corazón de Barrow. Es potente gracias a la fuerza de los gemelos. Luego sigue en los cuádriceps, más adelante se encuentra  la bomba abdominal que se relaciona con los movimientos del diafragma en la inspiración y espiración que empuja la sangre hacia su destino, el corazón, y comenzar nuevamente su accionar.





Con esta explicación lo que quisiera que quede claro es que sin MOVIMIENTO no existiría el retorno venoso, y que si queremos que las plantas de los pies den sus "latidos" rítmicos como lo hace el corazón, debemos realizar la actividad más sencilla que hay: salir a caminar con un ritmo parejo, o trotar, o correr... lo que sea que elijamos!!!  Debemos adoptar la sana costumbre de activar esas bombas impulsoras de la sangre para el retorno venoso... 

Para pensarlo, no creen? 

Los saluda, 

Mirta Jakubowicz